Lo encontramos a la salida del colegio de mis hijos en Barcelona, tras una charla de cuál debería ser el destino del polluelo, decidimos recogerlo y llevarlo a San Pol. Yo desde niño siempre había oído que “els pardals” que es como se llaman en catalán estos pajarillos, en cautividad no tienen ninguna posibilidad de sobrevivir, así que intente transmitírselo a mis hijos, pero ante la aplastante respuesta del mayor; "Pero seguro que mejor que aquí estará, aquí seguro que se muere.” decidimos subirnos todos al coche y partir hacia San Pol.
Zuiko 50 mm Estuvo con nosotros yo calculo una semana, cada día a la vuelta del colegio, le dábamos de comer con mi hijo y él solo hacía que preguntar, “cuando lo podremos soltar?” yo lo veía cada vez más débil y sin indicios de que evolucionara favorablemente, hasta que un día por la mañana descubrí que había muerto, decidí sacarlo de la jaula y dejarla abierta…
“Ala Papa ya no está !, que volverá ?” … No quise decirle la verdad, mi respuesta fue “Quizás !”